Signos infalibles

La felicidad se hace con pedacitos. Algunos ni siquiera se notan, pero ahí están. Los pedacitos de un día como hoy duran todo el año...

- Pasar una tarde antes en una colchoneta blanca, en terraza-estilo-Ibiza, con Madrid a tus pies, pensando en qué otra terraza encontrarás fortuitamente a "una persona que puede cambiarte la vida".
- Despertar a medianoche y encontrar dos queridas sonrisas con un engordador pastel.
- Escuchar Un mundo raro como si tu papá se la cantara otra vez a tu mamá.
- Vivir un día soleado.
- Leer a Hemingway mientras desayunas lo que te hiciste de regalo.
- Recibir historias de cronopios desde el otro lado del mundo.
- Leer un mensaje electrónico de tu mamá, que antes no sabía ni prender una computadora.
- Recibir regalitos de unas cuantas palabras de los importantes, que de repente se te olvidan por la ingrata cotidianidad.
- Escuchar cómo te cantan por el teléfono.
- Sentirte deseada.
- Trabajar.
- Caminar y caminar y caminar... y pensar.
- Comer en una banca, bajo un árbol frondoso, de un lugar desconocido y sorprendente, por sencillo.
- Hablar con gente desconocida, y que te sonría.
- Escuchar a alguien brillante discernir.
- Escribir sobre otros y sobre ti.
- Carcajearte. Con una vez es suficiente.
- Cenar con una gran compañía.
- Llegar a tu habitación, salir al balcón y tener una gran vista:




Ante un día tan contundentemente bueno sólo queda agradecer, a todos, por los siguientes 365 días de suerte que me dieron hoy.

2 réplicas :: Signos infalibles

  1. Jex, algo está haciendo Madrid contigo. No sé qué sea, pero me pone muy contento y a la vez muy nostálgico.

    No basta desearte felicidades, esas ya las tienes. Ahora deseo que sean perpetuas.

    Te extraño.

  2. Mac, yo también te extraño, y me gusta la palabra perpetua. Muchas veces, entre mis viajes, te imagino y me pregunto ¿cómo hubiera tomado esta foto él? Pronto nos veremos.

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