I
II
Último día de exposición en el Palacio de Bellas Artes, Crisisss. América Latina, arte y confrontación. 1910-2010. Un polo de la sala, la Revolución Mexicana. Grabados de todos tipos de José Guadalupe Posada, de Leopoldo Méndez, de Alfredo Zalce... Junto a la foto de Noé Reyes, un Superman poblano que reparte comida rápida en Nueva York y manda 500 dólares semanales a su familia en México, en un lugar modesto, casi como si no fuera lo que es, la famosísima litografía de Diego Rivera, Zapata, de 1932...
La magnifico, hoy que estoy en una fase nacionalista extraña. Miles de veces he visto una fotografía de este grabado representando a México en todos los contextos y lugares... Y sin saber que era de Diego Rivera, sin saber que se exhibe en su casa en Guanajuato, sin saber nada de nada. Mientras observo con la atención de una niña que acaba de descubrir un regalo (porque toparse por azar con este grabado es un regalo de algún lado), me llega el rumor. Primero creí que era mi cabeza, que yo era la que repetía esa frase porque estoy llena de violencia. Pero no, era el sonido de fondo, era a propósito. La vocecita de Juan Rulfo se repetía, como susurro, una y otra vez... Diles que no maten. Diles que no me maten, Justino... Yo, en el salón blanco, con las imágenes en blanco y negro y con tantos ecos de los que no quieren que los maten, que piden que no los maten... Porque son tiempos de la misma súplica... Diles que no me maten...III
Hoy que hay mucha bulla por la detención de Jorge Hank Rhon, que se le defiende diciendo que fue un presidente municipal ejemplar, que es una cacería de brujas, la gente no puede olvidar. No puede olvidarse la columna que don Jesús Blancornelas mantuvo religiosamente por años y años en el Semanario Z recordando a su amigo muerto. "¿Por qué me mataste, Jorge Hank?", así, sin rodeos, la frase que llenó la columna de El Gato Félix desde 1988. Y no olvidar ni siquiera cuando los Xolos de Tijuana jueguen contra los Pumas o contra el América. Independientemente del uso político del caso Hank, a nosotros nos toca recordar... Y no hay mejor forma de recordar que así, con una melodía que, decretaron algunos, incita a la violencia. No olvidar como ellos, que se la cantaron a Hank Rhon en el Hipódromo Caliente en 2005... No olvidar...
Y necesito una pastilla para el dolor, que la cabeza me estalla... Por lo menos Odín ronca... Fin del domingo.
Los North Tigers! :D
Ricardo Otero
6 de junio de 2011, 17:32