Día de muertos

Otro regalo, justo cuando pensaba en el día de muertos. Lo recibí unos momentos después de conocer a Alma Guillermoprieto y a su enternecimiento y escucharla hablar de su ofrenda a algunos de los tantos que perdimos aquí. Y después de que me contaran que en Morelos las ofrendas a los asesinados tienen que ponerse en el patio, no dentro de la casa, por cinco años, hasta que lleguen a algún lado. A un asesinado, según los morelenses, no debe ofrendársele comida, sólo agua y una vela, para iluminar su camino, hasta que lo encuentre, porque anda perdido. Recibí este correo justo en ese momento, cuando pensaba en todas las casas que podrían tener una ofrenda en el patio, en los miles de perdidos, en lo podrida y siniestra que se ha vuelto la relación de los mexicanos con la muerte, antes tan naranja y tan sonriente...

(que dicen que es muy malo y muy cursi para atribuírselo a Jorge Luis Borges, pero yo guardo el regalito)


Si pudiera vivir nuevamente mi vida,

en la próxima trataría de cometer más errores.


No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.


Sería más tonto de lo que he sido,

de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.


Sería menos higiénico.


Correría más riesgos,

haría más viajes,

contemplaría más atardeceres,

subiría más montañas, nadaría más ríos.


Iría a más lugares adonde nunca he ido,

comería más helados y menos habas,

tendría más problemas reales y menos imaginarios.


Yo fui una de esas personas que vivió sensata

y prolíficamente cada minuto de su vida;

claro que tuve momentos de alegría.


Pero si pudiera volver atrás trataría

de tener solamente buenos momentos.


Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,

sólo de momentos; no te pierdas el ahora.


Yo era uno de esos que nunca

iban a ninguna parte sin un termómetro,

una bolsa de agua caliente,

un paraguas y un paracaídas;

si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.


Si pudiera volver a vivir

comenzaría a andar descalzo a principios

de la primavera

y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.


Daría más vueltas en calesita,

contemplaría más amaneceres,

y jugaría con más niños,

si tuviera otra vez vida por delante.


Pero ya ven, tengo 85 años…

y sé que me estoy muriendo.

2 réplicas :: Día de muertos

  1. Muy querida Jésica: Te mando muchos abrazos como siempre, y hoy como muchas veces disfruto leer las entradas de tu blog o tus notas periodísticas. Pero ahora no me puedo aguantar: seguir atribuyendo ese poema a Borges es injusto. Sé que adviertes que es un poema apócrifo atribuido a Borges, pero siendo sinceros, Borges jamás hubiera escrito un poema que hasta en un libro de Benedetti sonaría cursi y un tanto bobo. Yo diría que en todo caso el ejercicio que hizo Borges de este tipo es su "Otro poema de los dones". No recuerdo dónde leí un cuento borgiano en donde se imaginaban el mundo en el año 3000, sólo había sobrevivido este poema de Borges, y los filólogos se preguntaban cómo era posible que con un poema tan malo se le considerara un genio en su época. Bueno, dejo un abrazo y perdón por la impertinencia.

  2. Mi querido Emiliano, te doy el punto a ti, pues yo ni siquiera cuestioné la primera línea, copié tal cual me llegó, pues me emocionaba más bien el autor del regalo y sus razones. Conozco el poema que citas, no el cuento. Cuál es? Si te acuerdas lo pongo. Y te doy el punto todavía más por lo cursi, que en este momento me emociona mucho más que lo otro. Gracias por la impertinencia.

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