Keats

0 réplicas
Hoy traté de recordar, pero no hallé antecedente en mi memoria. Nunca me había topado con John Keats. En ninguna de mis clases de literatura. No, tampoco ninguno de mis literatos me habló de él. Nadie me lo había presentado formalmente. Sabía de su existencia, por inercia, supongo, porque había encontrado su nombre en un par de textos y reconocía que era ingles, pero no más. Esta semana me lo he topado más de una vez. En la traducción que hizo Cortázar a principios de los cincuenta de su obra, cuando acababa de llegar a París; en la última película de Jane Campion, su historia de amor imposible (y donde, por cierto, encontré una de las escenas más bonitas de una mujer enamorada, con una cama clara y una ventana y ella, vencida por el viento)... Quizá sean coincidencias simples, sin ningún sentido, pero noté las repeticiones, y ahora siento que algo brinca. ¿Es así como encontré a los pocos demás que conozco, por raras coincidencias que movieron algo? No lo sé, o simplemente, como casi todo, no lo recuerdo. Ahora estoy aquí, buscando la historia y la obra de este poeta romántico muerto en Roma en en 1821, con apenas 25 años a cuestas. La tuberculosis lo paró. Leo sus armónicos poemas con mucha atención y con un diccionario a mi lado, para entenderlo. Creo que algunos me quedan. Sé que esto me hará perseguir después a Lord Byron y luego a no sé quién, buscando siempre, buscando lo mismo...

Ode on Melancholy

1.

NO, no, go not to Lethe, neither twist
Wolfs-bane, tight-rooted, for its poisonous wine;
Nor suffer thy pale forehead to be kiss’d
By nightshade, ruby grape of Proserpine;
Make not your rosary of yew-berries,
Nor let the beetle, nor the death-moth be
Your mournful Psyche, nor the downy owl
A partner in your sorrow’s mysteries;
For shade to shade will come too drowsily,
And drown the wakeful anguish of the soul.

2.

But when the melancholy fit shall fall
Sudden from heaven like a weeping cloud,
That fosters the droop-headed flowers all,
And hides the green hill in an April shroud;
Then glut thy sorrow on a morning rose,
Or on the rainbow of the salt sand-wave,
Or on the wealth of globed peonies;
Or if thy mistress some rich anger shows,
Emprison her soft hand, and let her rave,
And feed deep, deep upon her peerless eyes.

3.

She dwells with Beauty—Beauty that must die;
And Joy, whose hand is ever at his lips
Bidding adieu; and aching Pleasure nigh,
Turning to poison while the bee-mouth sips:
Ay, in the very temple of Delight
Veil’d Melancholy has her sovran shrine,
Though seen of none save him whose strenuous tongue
Can burst Joy’s grape against his palate fine;
His soul shall taste the sadness of her might,
And be among her cloudy trophies hung.

Y que sueño...

0 réplicas
...que estaba enamorada de un diseñador... ¿O no fue sueño?

Amor

1 réplicas
"Desde joven supe que encontrar el amor es un asunto de suerte. Creemos que tenemos el control, que sabemos lo que hacemos. Pero sólo si se es muy afortunado se puede tener una relación feliz. De no tener esa suerte, toda la lógica del mundo no tiene sentido. Entonces uno conoce a alguien y nuestras exquisitas neuronas se encargan de lo demás. Éstas son relaciones que no implican esfuerzo alguno y son placenteras. Pero es difícil alcanzar esa meta con fortuna. Uno cree que controla el destino, pero no es así".

Woody Allen

De Julio Ramón

0 réplicas
"Un amigo es alguien que conoce la canción de tu corazón y puede cantarla cuando a ti ya se te ha olvidado la letra. Los amigos desarrollan en nosotros nuestras virtudes potenciales. Una persona sin amigos corre el riesgo de no llegar jamás a conocerse. Cada amigo es un espejo que nos refracta desde un ángulo distinto. Cada amigo crea en nosotros una zona de contacto, un campo propicio al desarrollo de un determinado tipo de amistad. Es por ello que podemos tener dos amigos íntimos que no lleguen jamás a comprenderse entre sí".

JRR

Buenos días

0 réplicas
Que hoy te despertaste tarde, porque el insomnio otra vez anduvo en tu cama un ratotote y te dormiste como a las 6 am. No importa, dormiste un par de horas. Por eso te levantaste con música de la Arrolladora Banda El Limón y Friendly Fires y el Waka Waka y te pusiste a bailar frente al espejo, aunque tu cuarto estuviera hecho un caos. Ya habrá tiempo. Y que desayunas en la casa, para ahorrar porque sigues sin tener un peso, y no lo tendrás en mucho tiempo. En eso le cuentas a la mammma y a Odín de un Hércules y una Patty que son como ellos y se pelean como ellos y amenazan con matarse, o por lo menos morderse, como ellos, nada más que en una casa rodante en Roma, en italiano, porrrca miseria. Caminaste hacia el Banamex, y eso ya no lo cuentas, porque es lo único malo hasta ahora. Llegaste a la oficina y de repente te encontraste con una guapa cara conocida en una tuitcam, y sentiste que lo viste ayer, y no hace unos meses en otro continente. Fuiste feliz porque notaste su sonrisa al leer tu abrazo. Redactaste una entrevista rápidamente, porque según tú irías a la Cineteca, otra vez, a ver algo sorprendente, pero olvidaste que Banamex tiene tu poco dinero retenido hasta mañana. Ni modo, será mañana, la Muestra Internacional de Cine te ha traído como loca, 10 pelis por semana, junto con las comerciales de rigor. Y de repente lees una bienvenida nueva, optimista, y te pones más feliz y alzas la mano para compartir tu historia. Y luego otra plática lejana, de madres y de hijas y de cine y de amistad, y agradeciste a la bendita tecnología, que te hace estar en muchas mentes a la vez, rapidito. Y antes de salir a vagar por la ciudad y a leer y a ver el Centro y a vivir escuchas a Fonseca y te acuerdas de una señorita bicolor que la cantaba con mucho sentimiento, y esperas volverla a ver pronto, y buscas en el primer piso. Oh, él está en junta. Ya mañana el nuevo blog y el nuevo tema y los quehaceres domésticos y el curso de historia y nuevos libros y lo que venga. Lo que no está, no está, y ya. Buenos días, sea feliz hoy, señorita. Esto de documentar la vida me gusta.

Soluciones

0 réplicas
Más ejercicio, pastillas todos los días, menos trabajo, más trabajo, más correos electrónicos, menos correos electrónicos, menos cine (más imposible, condiciones materiales y temporales no disponibles), más sexo, menos café (más imposible, cabeza explota)... Necesito un doctor... para el insomnio...

No comments...

0 réplicas
If I could start again
A million miles away
I would keep myself
I would find a way...

¡Que no more gifts!

0 réplicas
Roll the Dice
by Charles Bukowski

if you’re going to try, go all the
way.
otherwise, don’t even start.

if you’re going to try, go all the
way. this could mean losing girlfriends,
wives, relatives, jobs and
maybe your mind.

go all the way.
it could mean not eating for 3 or
4 days.
it could mean freezing on a
park bench.
it could mean jail,
it could mean derision,
mockery,
isolation.
isolation is the gift,
all the others are a test of your
endurance, of
how much you really want to
do it.
and you’ll do it
despite rejection and the
worst odds
and it will be better than
anything else
you can imagine.

if you’re going to try,
go all the way.
there is no other feeling like
that.
you will be alone with the
gods
and the nights will flame with
fire.

do it, do it, do it.
do it.

all the way
all the way.
you will ride life straight to
perfect laughter,
it’s the only good fight
there is.

Drink a toast to the sun...

0 réplicas
...to the things that never come
to the break of the day...

...to the things that never go, this sunday, to you...



A futuro

0 réplicas
Puros sueños naranjas. Estábamos tú y yo, dormidos en el primer piso de una casa de madera naranja. Desnudos. Yo me despertaba antes que tú y me ponía a cuidarte, porque estaba segura de que sentías pesadillas. Corte. Sentados, otra vez tú y yo, en una calle de no sé qué ciudad, lo mismo podría haber sido Budapest que Madrid que Roma, qué importa. Las sillas y la mesa, naranja, todo lo demás gris. Tú gritabas, que no te comprendía y que nunca te comprenderé. Yo, callada, hasta que pasaba el hombre con el siete de tatuaje en la nuca, altísimo, guapísimo, y me iba con él a Florencia, a ser feliz. Corte. En la playa, los dos otra vez, con arena naranja y el Odín corriendo de un lado a otro. Me decías que no podías cuidarlo más, que no era tu hijo y que estabas harto de que le pusiera más atención que a ti, que él ni siquiera quería ser educado y que sólo comía croquetas caras. Me amenazabas. "Si no se va él me voy yo". Te dejaba hablando solo, pero ahora no había italiano guapísimo, sólo el Odis y yo, porque hay temas y amores que no tienen discusión. Corte. Tú otra vez, ¿por qué te sueño tanto? Me entregabas una libreta con las pastas duras, naranjas, por supuesto. "Aquí están todos los poemas que he te escrito, porque yo te quiero, y tú no me recibes ni la flor blanca que te traje la semana pasada ni el periódico que te traje ayer. Mi última esperanza es que con estos poemas entiendas lo que siento por ti. Los escribí a escondidas, porque sabía que te burlarías de mí si te enterabas que escribía poesía". No dije nada, tomé la libreta y la dejé en una mesa. Y entonces, en lugar de llorar, como soy yo, me reía. Soltaba unas carcajadas que no me conocía, con rabia, con sarcasmo, con dolor, porque sabía que todo lo que habías dicho era mentira, como siempre. Corte. Sólo carcajadas escuché de mí, ahora que te he soñado por trozos. No tengo palabras ni en mis sueños. Es que ya no hay ni sonidos ni llanto ni fe cuando uno ya no confía, cuando uno ya se rindió. Un día de estos, que me tope contigo, quizá me anime a hablarte y confesarme. Por ahora, sólo sueños naranjas tengo para ti. ¿Por qué el naranja? Necesito a Freud...

Y que para contrarrestar lo cursi...

0 réplicas
No sé por qué siento que ya no voy a dormir... otra vez...


Día de muertos

2 réplicas
Otro regalo, justo cuando pensaba en el día de muertos. Lo recibí unos momentos después de conocer a Alma Guillermoprieto y a su enternecimiento y escucharla hablar de su ofrenda a algunos de los tantos que perdimos aquí. Y después de que me contaran que en Morelos las ofrendas a los asesinados tienen que ponerse en el patio, no dentro de la casa, por cinco años, hasta que lleguen a algún lado. A un asesinado, según los morelenses, no debe ofrendársele comida, sólo agua y una vela, para iluminar su camino, hasta que lo encuentre, porque anda perdido. Recibí este correo justo en ese momento, cuando pensaba en todas las casas que podrían tener una ofrenda en el patio, en los miles de perdidos, en lo podrida y siniestra que se ha vuelto la relación de los mexicanos con la muerte, antes tan naranja y tan sonriente...

(que dicen que es muy malo y muy cursi para atribuírselo a Jorge Luis Borges, pero yo guardo el regalito)


Si pudiera vivir nuevamente mi vida,

en la próxima trataría de cometer más errores.


No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.


Sería más tonto de lo que he sido,

de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.


Sería menos higiénico.


Correría más riesgos,

haría más viajes,

contemplaría más atardeceres,

subiría más montañas, nadaría más ríos.


Iría a más lugares adonde nunca he ido,

comería más helados y menos habas,

tendría más problemas reales y menos imaginarios.


Yo fui una de esas personas que vivió sensata

y prolíficamente cada minuto de su vida;

claro que tuve momentos de alegría.


Pero si pudiera volver atrás trataría

de tener solamente buenos momentos.


Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,

sólo de momentos; no te pierdas el ahora.


Yo era uno de esos que nunca

iban a ninguna parte sin un termómetro,

una bolsa de agua caliente,

un paraguas y un paracaídas;

si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.


Si pudiera volver a vivir

comenzaría a andar descalzo a principios

de la primavera

y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.


Daría más vueltas en calesita,

contemplaría más amaneceres,

y jugaría con más niños,

si tuviera otra vez vida por delante.


Pero ya ven, tengo 85 años…

y sé que me estoy muriendo.